Comercio estancado en Sucumbíos

“En siete meses las ventas han caído un 60% y el sistema productivo ha reducido en más del 50% a su personal.”

Foto: El Universo

Un par de tráileres, de esos que transportan material petrolero o maquinaria para perforación de pozos, cruzan en casi tres horas y media de viaje por la Troncal Amazónica o E45, que une Quito con Lago Agrio.

Es el panorama al que hay que irse acostumbrando, dicen habitantes que están a lo largo de los 260 km de esta carretera, pues la industria petrolera cuenta hoy con los precios de crudo más bajos de los últimos catorce años.

Para Rosa M., una vendedora de jugos de 42 años que recorre Lago Agrio diariamente, cada vez se hace más raro ver a los “hombres del petróleo”, que con casco y botas caminaban y gastaban en la ciudad.

Dice que en Sucumbíos se mueve cada vez menos dinero. Eso lo reafirma el presidente de la Cámara de Comercio de Lago Agrio y del Comité Cívico de Sucumbíos, Hernán Macas: En siete meses las ventas han caído un 60% y el sistema productivo ha reducido en más del 50% a su personal. Piensa que no solo es por el precio del crudo, sino por la devaluación del peso y la apreciación del dólar.

El 20 de noviembre pasado, el presidente Rafael Correa llegó con su gabinete itinerante a Lago Agrio. El Comité Cívico lo esperaba con pedidos: créditos especiales atados a una Canasta Comercial Transfronteriza; que el Estado pague a las petroleras, para que estas paguen a sus proveedores; la eliminación del impuesto a la renta; que se contrate y compre a empresas y personas locales…

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