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Medio Ambiente

El Quimi es un punto de encuentro para científicos

26/12/2023 El Oriente - Redacción

La reserva biológica está ubicada el corazón de la cordillera del Cóndor

La reserva biológica está ubicada el corazón de la cordillera del Cóndor. foto: cortesía MAATE La reserva biológica está ubicada el corazón de la cordillera del Cóndor. foto: cortesía MAATE

La reserva biológica está ubicada el corazón de la cordillera del Cóndor. foto: cortesía MAATE

Enclavada en el corazón de la cordillera del Cóndor, provincia de Morona Santiago, la Reserva Biológica El Quimi se erige como un testimonio de la riqueza natural que ha permanecido oculta durante años debido a su aislamiento y difícil acceso.

Esta reserva, junto con otras tres - El Cóndor, Cerro Plateado y El Zarza -, conforma un conjunto de áreas protegidas creadas por el gobierno con el objetivo de conservar y estudiar una de las zonas menos exploradas del país.

Con una extensión de 9,276 hectáreas, la reserva fue establecida en 2006, abarcando un rango altitudinal que va desde los 1.700 hasta los 3.000 metros sobre el nivel del mar. Esta región, caracterizada por mesetas de piedra caliza y arenisca en su parte alta, desciende abruptamente hacia un bosque circundante.

El Quimi se ha vuelto un punto de encuentro para científicos e investigadores que desean desentrañar los misterios que alberga.

Sus bosques de neblina y páramos han despertado interés de investigadores a nivel mundial, por lo que la conservación de estos ecosistemas únicos se ha convertido en una prioridad, dado que gran parte de la cordillera del Cóndor permanece inalterada y apenas explorada.

Los estudios realizados hasta la fecha revelan una biodiversidad impresionante que podría superar todos los récords conocidos. La posición estratégica de la cordillera ha propiciado una mezcla única de especies amazónicas y andinas, incluyendo un sorprendente número de especies endémicas.

La flora y fauna de la reserva son verdaderamente excepcionales. Desde bosques enanos y matorrales secos hasta valles cubiertos de árboles imponentes como el colorado y el pambil, la diversidad es asombrosa. En las partes altas, se encuentran especies como el oso de anteojos, monos nocturnos y un ratón marsupial endémico de la cordillera. Los anfibios y aves también deslumbran con su variedad, incluyendo especies únicas y endémicas.

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