El sector petrolero, eje crítico del programa con el FMI de cara a 2026

El organismo advierte que el sector petrolero sigue siendo una de las principales fuentes de riesgo fiscal y externo

El programa pone énfasis en la necesidad de reforzar los controles interno / Foto: cortesía Petroecuador

Quito- En el marco de la cuarta revisión del acuerdo bajo el Servicio Ampliado (EFF), el Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoce que las autoridades ecuatorianas han logrado avances significativos en la implementación de su programa económico, apoyado en un financiamiento total de $ 5.000 millones, aprobado en mayo de 2024 y ampliado en julio de 2025. No obstante, el organismo identifica al sector petrolero como uno de los frentes más sensibles para la sostenibilidad fiscal y externa del país hacia 2026.

El documento, publicado el pasado jueves tras el desembolso de $ 600 millones del FMI, señala que, pese al fortalecimiento de la disciplina fiscal y a la acumulación de colchones de liquidez, la economía ecuatoriana mantiene una elevada dependencia de los ingresos petroleros. Esta exposición implica que choques adversos —como una caída de precios, una menor producción o interrupciones operativas— podrían afectar de forma directa los ingresos del Estado, la balanza de pagos y la estrategia de financiamiento del Gobierno.

En este contexto, Petroecuador ocupa un lugar central en el análisis de riesgos. El FMI advierte que la empresa estatal concentra riesgos operativos, financieros y de gobernanza que pueden derivar en presiones fiscales adicionales. Por ello, el programa pone énfasis en la necesidad de reforzar los controles internos, mejorar la transparencia y avanzar en procesos de auditoría y supervisión más estrictos, con el fin de reducir pasivos contingentes y riesgos cuasi fiscales.

Hacia 2026, el desempeño del sector petrolero dependerá no solo del entorno externo, sino también de la capacidad institucional para ejecutar reformas estructurales en la gestión de Petroecuador. El documento destaca la importancia de fortalecer la rendición de cuentas, limitar ineficiencias operativas y asegurar que la empresa no se convierta en una fuente de desviaciones presupuestarias o pérdidas no previstas.

El FMI también vincula de manera explícita al petróleo con el balance general de riesgos del programa. Un deterioro en la producción o en la gestión del sector podría obligar a ajustes de política adicionales y afectar la confianza de los mercados, especialmente en un contexto en el que Ecuador busca consolidar su retorno al financiamiento internacional.

En suma, aunque el programa económico muestra avances relevantes, el sector petrolero continúa siendo un factor determinante —y vulnerable— para la estabilidad macroeconómica del país en el horizonte de 2026.

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