Economía
El sueño Indígena y de la vieja izquierda: castigar el capital
Otra vez esa izquierda jurásica e incautadora muestra que su única receta y obsesión es castigar al capital
Un listado de impuestos: de esa forma algunos usuarios de redes sociales resumieron la “Propuesta al país” hecha por los dirigentes indígenas y los sindicalistas y redactada por intelectuales que ignoran que el Muro de Berlín se cayó hace 30 años.
El documento entregado por los Indígenas al gobierno
Y sí, es un listado de impuestos. Pero es algo más que eso: es la visión proestatista y camarada de esa izquierda que en la vida se ha planteado cómo producir, crear empleo y generar riqueza. Con que haya a quién cobrar impuestos basta. Esa izquierda es experta en gastar. No solo gasta: corre tras el mito que el gasto público crea riqueza. Y habla del Estado como si se tratara de un banco sin dueño con capital inextinguible del cual se puede disponer a voluntad y sin cortapisas.
Otra vez esa izquierda jurásica e incautadora muestra que su única receta y obsesión es castigar al capital. Lo hace en nombre de la redistribución, pero sin hacerse cargo de cómo crear empleo y cómo crear riqueza para que haya redistribución. Y para que, en ella, en efecto, aquellos que más tienen sean los que más tributen y mejor contribuyan a la prosperidad general.
En este sentido, la “Propuesta al país” es un verdadero desierto: no hay una idea que deje presumir que esa izquierda ha sacado alguna lección del comunismo realmente existente, como dijo Rudolf Bahro, refiriéndose a la experiencia tétrica de los países del Este. Ni de Cuba. Tampoco de Venezuela. Menos aún del correísmo del cual hicieron parte y que, en forma tan curiosa como predecible, no dicen en este documento una sola palabra.
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