Economía
El sufragio es una odisea para los amazónicos
Los ciudadanos que viven en zonas de difícil acceso deben viajar varios días hasta los recintos electorales y lo hacen sin información previa sobre los candidatos.
Alicia Cawiya, de la comunidad de Ñoneno (Orellana), límite del territorio huaorani, en la reserva del Yasuní, está preocupada. “¿Por quiénes votamos el 24 de marzo?”, pregunta la mujer a los delegados del Consejo Nacional Electoral (CNE), que visitaron su comunidad la semana pasada.
A la comunidad de Ñoneno no llega la señal de una radio ni de la televisión, peor de un celular. Eso dificulta que las propuestas de campaña electoral sean difundidas en su comunidad como en el resto del país.
Por la distancia, los candidatos no llegan hasta la localidad, ubicada a 12 horas en canoa por el río Shiripuno, del poblado de la parroquia Inés Arango. Allí estará instalado el recinto electoral el 24 de marzo.
Esa misma distancia convierte en una odisea su viaje hasta el recinto electoral. El 24 de marzo Cawiya tiene pensado salir a las 02:00 de su poblado. A las 14:00 arribará a un puente del río Shiripuno. Desde ese lugar hay una hora en vehículo hasta Inés Arango, donde fue colocada la junta electoral.
“Llegamos casi al cierre de las votaciones. Votaré nulo. Esa opción creo que la tomará la mayoría de la comunidad. Nos interesa únicamente el certificado de votación para los trámites”, reconoce la dirigente.
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