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Ciencia y Tecnología

Energías Renovables a partir de recursos No Renovables

06/10/2020 Instituto de Investigación Geológico y Energético (IIGE) - Ing. Fernanda Andrade

Las energías no renovables son fuentes de energía limpia, es decir, aquellas que no generan residuos, son inagotables y económicamente competitivas. Se diferencian de los combustibles fósiles principalmente por su diversidad, abundancia y potencial de aprovechamiento en diferentes lugares del planeta; pero sobre todo, en que no producen gases de efecto invernadero –causantes del cambio climático - ni emisiones contaminantes.

Energías Renovables a partir de recursos No Renovables / Cortesía del Instituto de Investigación Geológico y Energético (IIGE) Energías Renovables a partir de recursos No Renovables / Cortesía del Instituto de Investigación Geológico y Energético (IIGE) Energías Renovables a partir de recursos No Renovables / Cortesía del Instituto de Investigación Geológico y Energético (IIGE)

Energías Renovables a partir de recursos No Renovables / Cortesía del Instituto de Investigación Geológico y Energético (IIGE)

Las energías no renovables son fuentes de energía limpia, es decir, aquellas que no generan residuos, son inagotables y económicamente competitivas. Se diferencian de los combustibles fósiles principalmente por su diversidad, abundancia y potencial de aprovechamiento en diferentes lugares del planeta; pero sobre todo, en que no producen gases de efecto invernadero –causantes del cambio climático - ni emisiones contaminantes.

Se considera recurso no renovable, a un recurso natural que no puede ser producido, regenerado o reutilizado a una escala tal que pueda sostener su tasa de consumo. Estos recursos frecuentemente existen en cantidades fijas o son consumidos mucho más rápido de lo que la naturaleza puede reponerlos. En este contexto, a partir de análisis de estudios de caso, se afirma que la renovabilidad y no renovabilidad de un recurso no puede determinarse por características inmanentes al recurso en sí, esto es, no está determinada porque tenga una disponibilidad aparentemente ilimitada o porque tenga ciclos de regeneración más extensos que los ritmos de extracción. Se afirma que el tipo de agente socioeconómico que aprovecha un recurso y las condiciones sociales de su apropiación son principalmente las que determinan la condición del recurso, que sea renovable o no renovable y los impactos socio-ambientales de su aprovechamiento.

Entendiendo los conceptos sobre energías renovables y recursos no renovables, es importante tomar en cuenta que en la actualidad se promueve la utilización de energías limpias, como por ejemplo en la industria automotriz, dando paso de forma acelerada a la fabricación de vehículos eléctricos; sin embargo, se debe considerar que un vehículo eléctrico utiliza materias primas provenientes de minerales extraídos de la naturaleza, es decir de recursos no renovables.

En la actualidad estamos más acostumbrados a ver las aplicaciones eléctricas del cobre, mediante el uso de líneas eléctricas, cables telefónicos y cableados en prácticamente todos los principales electrodomésticos para el hogar. Millones de toneladas de cobre se utilizan para estas aplicaciones cada año, pero aún es incipiente para el uso en la electrificación. Esto se debe a que el cobre seguirá siendo un componente crítico en la revolución de la “energía verde”, es decir, energías renovables que no contaminan y cuyo modo de obtención o uso no emite subproductos que puedan incidir negativamente en el medio ambiente, gracias a la creciente adopción de vehículos que funcionan con baterías. De acuerdo a información de la Asociación Internacional del Cobre 2017, los nuevos vehículos eléctricos que se construyen usan considerablemente más cobre que los vehículos convencionales. Los vehículos eléctricos requieren una gran cantidad de cobre específicamente para baterías, motores eléctricos, cableado, barras e infraestructura de carga.

En la siguiente tabla se presenta la cantidad de cobre que utilizaría cada tipo de vehículo.

La Asociación Internacional del Cobre espera que los vehículos eléctricos aumenten de los actuales tres millones que están en circulación a 27 millones, creciendo la demanda de cobre para vehículos eléctricos desde las actuales 185.000 toneladas a 1,74 millones en 2027. Un elemento adicional que contendrá cobre serán los cargadores de los vehículos eléctricos, aumentando desde 0,7 kilos en un cargador normal, hasta 8 kilos en cargadores rápidos.

El consumo de cobre mundial, versus la utilización de vehículos eléctricos, es un tema de equilibrio industrial, que debe ser analizado y debatido, ya que la revolución de los vehículos eléctricos necesitará más toneladas de cobre cada año y esto requiere la búsqueda de yacimientos de cobre en el mundo.

Si un recurso natural es renovable o no renovable, no es intrínseco al recurso en sí. La continuidad del recurso de una generación a la siguiente depende del tipo de uso social que se haga del mismo y de las condiciones de mercado coyunturales. De allí la importancia de mantener el equilibrio entre el aprovechamiento de los recursos no renovables y el uso adecuado transformado a energías renovables.

En la siguiente tabla se presenta la cantidad de cobre que utilizaría cada tipo de vehículo.

La Asociación Internacional del Cobre espera que los vehículos eléctricos aumenten de los actuales tres millones que están en circulación a 27 millones, creciendo la demanda de cobre para vehículos eléctricos desde las actuales 185.000 toneladas a 1,74 millones en 2027. Un elemento adicional que contendrá cobre serán los cargadores de los vehículos eléctricos, aumentando desde 0,7 kilos en un cargador normal, hasta 8 kilos en cargadores rápidos.

El consumo de cobre mundial, versus la utilización de vehículos eléctricos, es un tema de equilibrio industrial, que debe ser analizado y debatido, ya que la revolución de los vehículos eléctricos necesitará más toneladas de cobre cada año y esto requiere la búsqueda de yacimientos de cobre en el mundo.

Si un recurso natural es renovable o no renovable, no es intrínseco al recurso en sí. La continuidad del recurso de una generación a la siguiente depende del tipo de uso social que se haga del mismo y de las condiciones de mercado coyunturales. De allí la importancia de mantener el equilibrio entre el aprovechamiento de los recursos no renovables y el uso adecuado transformado a energías renovables.

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