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Erosión Río Coca
Erosión del río Coca. Una problemática olvidada en Ecuador
Los escándalos de corrupción que salen a la luz todos los días en el Ecuador, los juicios sonados y el inicio de la campaña para las elecciones del 2021 han opacado un tema muy grave: la erosión del río Coca.
Los escándalos de corrupción que salen a la luz todos los días en el Ecuador, los juicios sonados y el inicio de la campaña para las elecciones del 2021 han opacado un tema muy grave: la erosión del río Coca.
En agosto, un tramo de la vía que une a Quito con la Amazonía, en el kilómetro 66 sector San Rafael, colapsó por la erosión del río Coca. Horas más tarde, se habilitó una vía alterna que permitió reactivar la circulación entre las provincias de Pichincha, Napo, Sucumbíos y Orellana.
Este es tan solo el hecho más reciente de una problemática que comenzó en febrero de este año, cuando producto de la erosión, la cascada de San Rafael, uno de los principales atractivos turísticos del Ecuador, desapareció.
Luego, en abril, se produjo un hundimiento de tierra en el mismo sector de San Rafael. Se rompieron las tuberías de los oleoductos SOTE y OCP, y el poliducto Shushufindi-Quito. Más de 15 mil barriles de crudo se derramaron.
En 7 meses, el proceso de erosión del Río Coca avanzó 7.6 km, poniendo en riesgo a los pobladores de tres parroquias de Orellana, y a la infraestructura petrolera, vial y eléctrica; y amenaza con afectar a la hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair (que genera 1.500 megavatios de energía).
El pasado 21 de septiembre, la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC EP) empezó la construcción de un dique en el sector El Chaco, aguas arriba del puente Ventana 2, en el río Coca.