Provincia de Sucumbíos
Las plantaciones de coca amenazan a los indígenas amazónicos
La situación de los sionas es crítica en Sucumbíos
El crecimiento de los cultivos de hoja de coca coincide con el fortalecimiento de grupos criminales / Foto: cortesía FF.AA.
Quito- Entre 2018 y 2022, la deforestación en la Amazonía de Ecuador, Colombia y Perú superó el millón de hectáreas, según cifras oficiales. Gran parte de esta devastación se debe al avance de plantaciones de coca en suelos de bosques, impulsadas por grupos criminales que invaden territorios de comunidades indígenas para forzarlas a sembrar coca. Este fenómeno refleja una grave crisis ambiental y social en la región.
El crecimiento de los cultivos de hoja de coca en Ecuador coincide con el fortalecimiento de grupos criminales que controlan territorios en las fronteras amazónicas. Entre estos grupos se encuentran Los Lobos y Los Choneros, ejerciendo influencia y presencia en Perú, agravando la situación en la región.
En Ecuador, la situación es particularmente crítica para el pueblo indígena siona, que enfrenta invasiones de sus tierras para el cultivo de coca. Un informe de la Defensoría del Pueblo de Ecuador, divulgado por la Red Investigativa Transfronteriza de OjoPúblico, revela que estos grupos criminales ofrecen pagos a las familias sionas para sembrar coca, obligándolas posteriormente a vender la producción a los mismos grupos.
Debido a la gravedad del caso, el informe solicita medidas cautelares de protección a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Otro de los grupos enquistados en la zona de Putumayo y Sucumbíos son los Comandos de la Frontera quienes controlan laboratorios y cristalizadores, además de extorsionar a campesinos que siembran coca.
En los últimos años, la provincia de Sucumbíos se ha convertido en un foco de delincuencia organizada, impulsada por el narcotráfico y grupos irregulares.
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