Medio Ambiente
Lianas enredadas, muestra de la dependencia en el Yasuní
Las lianas han atraído a un gran número de investigadores en los últimos 20 años. Representan de manera regular el 25% de la diversidad de especies en los bosques tropicales.
Es una relación de amor y odio, dice Robyn J. Burnham, del Departamento de Ecología y Evolución Biológica de la Universidad de Michigan (EE.UU.), sobre las lianas y las reacciones que generan en los humanos. Los niños se cuelgan de ellas simulando el grito de Tarzán, mientras que los exploradores con fines científicos llegan a maldecirlas cuando se hincan con sus espinos en las caminatas por el bosque, indica en el libro Los secretos del Yasuní, publicado recientemente. Se trata de un compendio de las investigaciones científicas de la Estación de Biodiversidad Tiputini –EBT, una porción de selva que tiene en comodato la Universidad San Francisco de Quito en el límite norte del Parque Nacional Yasuní–.
Pero la función ecológica de las lianas va más allá de esa relación ambivalente. “Alrededor de la mitad de especies de lianas pueden dar frutos o semillas que son consumidas por especies de vertebrados”, cuenta Burnham.
Leer más aquí
Síguenos en: