Manifestantes se tomaron el Bloque 16

Petrolia apagó la estación de bombeo de Pompeya por precaución

Petrolia apagó la estación de bombeo de Pompeya por precaución / Foto: Cortesía

Los primeros incidentes en el sector petrolero por el paro nacional se registraron en la Amazonía. Ayer, 13 de junio, la empresa Petrolia Ecuador informó que las instalaciones de la estación de bombeo de Pompeya dentro de las inmediaciones del Bloque 16 han sido tomadas por la comunidad kichwa de Pompeya e Indillama, quienes plegaron al paro nacional que han convocado los movimientos indígenas.

Según un comunicado de Petrolia, la estación de bombeo en Pompeya se apagó por precaución. Actualmente, se está reestableciendo el orden de manera conjunta con las autoridades de la fuerza pública en un ambiente de calma y diálogo.

“Comunicamos que no tenemos ninguna afectación al personal, a las instalaciones y tampoco pérdidas en la producción”, dijo la firma.

Reiteró el compromiso con el desarrollo y la seguridad de los colaboradores y el permanente trabajo con las comunidades que se encuentran en la zona de influencia de la operación de los Bloques 16 y 67 (Tivacuno).

Durante el fin de semana se filtraron audios que provenían supuestamente de dirigentes del movimiento indígena. En las presuntas declaraciones se escuchaba que uno de los objetivos era tomarse pozos petroleros como medida para que el gobierno los escuche.

En ese contexto, las autoridades gubernamentales señalaron que los pozos petroleros se encuentran resguardados por militares para prevenir cualquier incidente que afecte a la producción de crudo.

Hasta la tarde de ayer, el ministro de Economía y Finanzas, Simon Cueva, aseguró que no se reportaba ninguna afectación al bombeo de crudo nacional.

En las movilizaciones de octubre de 2019, manifestantes se tomaron pozos petroleros, lo cual llevó a parar la producción petrolera nacional y declarar fuerza mayor. Es decir, El gobierno debió activar una cláusula para no incumplir con los contratos petroleros en el extranjero.

Según cálculos del Banco Central del Ecuador (BCE), con ayuda del Banco Mundial, en 2019 se perdieron más de $ 800 millones por los días de manifestaciones tras la eliminación de los subsidios a los combustibles.