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Por fin se eliminan los subsidios
Ecuador da el primer paso para eliminar los subsidios: una decisión moral, justa y necesaria para el futuro económico del país.
Por fin un gobierno de Ecuador va a lograr eliminar los subsidios. Todos los gobiernos de Ecuador, desde la dolarización, han intentado eliminar los subsidios a la gasolina y al gas. ¿Por qué? Porque son profundamente inmorales, son injustos y son empobrecedores.
Son inmorales, porque todavía nadie ha respondido a la pregunta fundamental y es por qué con el dinero de todos los ciudadanos tenemos que pagar el transporte de esos 400.000 ecuatorianos que tienen un carro que funciona a diésel, o el negocio de aquellos que se dedican a transportar las mercancías.
Podremos discutir si habría que subvencionar el transporte de los buses urbanos, pero eso es muy distinto a decir que hay que subvencionar todo el diésel. Es profundamente injusto porque en el año 2024, por poner un ejemplo, el Gobierno de Ecuador se gastó $ 2.500 millones en los subsidios a las gasolinas, al gas y al diésel y $ 5000 en sanidad y $ 5000 en educación.
¿De verdad no creen que ese dinero estaría mejor empleado en gastar un 50 % más en la educación, si fuese un gasto eficiente? o ¿un 50 % más en la sanidad, si no hubiese corrupción en ella? ¿No creen que ese dinero se está despilfarrando cuando se podría dedicar a usos mucho más prioritarios e importantes? Y además, eso sin contar todo lo que se iba a suministrar el contrabando, a alimentar el contrabando con el dinero de todos, que barbaridad.
Y profundamente empobrecedor, porque los subsidios son un lastre a las cuentas públicas del Ecuador insostenible, y lo único que estamos haciendo es acumular más deuda que tendrán que pagar los ecuatorianos del futuro: los jóvenes y los niños a los que tanto dicen proteger con esa deuda insostenible e ineficiente de despilfarro inútil. Por fin se da un paso adecuado en la buena dirección.
Claro, que esa no será la solución a todos los problemas, pero desde luego sí es el inicio del camino a la solución de algunos de los problemas. Ánimo, Presidente.
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