Politica y Economía
Dieciséis cadáveres, entre ellos el de un niño, que desde el año 2015 permanecían sin ser retirados del Centro Forense de Nueva Loja, provincia de Sucumbíos, fueron sepultados en el cementerio municipal del cantón Lago Agrio.
Del total de los cuerpos, 8 estaban identificados y el resto no. Trece cadáveres estaban originalmente en Quito, pero fueron llevados a Sucumbíos ante la falta de espacio.
Paula Vernimmen, directora general del Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, señaló que a 15 cadáveres se les aplicaron métodos de identificación como toma de necrodactilias, exámenes especializados de antropología y odontología forense y ADN, garantizando que el proceso de inhumación se diera en el marco de la ley.
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