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Si no se detienen los paros Ecuador jamás podrá prosperar
El mal llamado paro: violencia política, pérdidas humanas y un futuro en riesgo para Ecuador.
Hace una semana hablábamos de la eliminación de los subsidios y esta semana tenemos que hablar del mal llamado paro y sus catastróficas consecuencias. Y eso es lo primero que tenemos que tener clarísimo. En democracia podemos discutir si se suben o bajan los impuestos, si se suben o bajan los subsidios o cualquier medida económica.
Lo que es absolutamente inadmisible, lo que separa la línea de los demócratas de los que no lo son, es la legitimación del uso de la violencia con fines políticos. Y eso es lo que estamos viviendo en este mal llamado paro, que es tan catastrófico.
Algunos hablan de las consecuencias económicas del paro en función de lo que se deja de vender en estos días, y eso es cierto pero me parece que no es ver el drama que se está produciendo. En primer lugar, lo más grave de un paro como este son los fallecidos, como Efraín, porque la vida no se recupera. Y eso es lo que nos tenemos que centrar. Los fallecidos y los heridos, y la pérdida de infraestructuras.
Y no solo eso, sino el quiebre de la confianza social, de la comunidad política, de la confianza en el otro y de lo que es una nación. Pero es que a futuro es todavía peor. Todos esto es pésima publicidad que espanta el empleo y por supuesto que espanta la inversión.
Quien va a invertir en un país que sistemáticamente tiene alzamientos violentos que destruyen las infraestructuras. Lo que está ocurriendo es catastrófico, es dramático y tiene graves consecuencias en el futuro, si no se detiene el paro ahora y se detiene para el futuro, evitando que se vuelva a producir con consecuencias para los responsables y explicando por qué es nefasto, Ecuador jamás podrá prosperar.
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