Tensión diplomática entre Ecuador y Rusia acarrea amenazas comerciales

Rusia es el segundo destino de las exportaciones de banano ecuatoriano

La canciller Gabriela Sommerfeld se reunió con el embajador de Rusia, Vladimir Sprinchan/ Foto: cortesía Cancillería

Quito- ¿Amenaza de Rusia? Ecuador ha tomado con preocupación la notificación de Rosseljoznadzor, el organismo fitosanitario ruso, sobre la presencia de plagas en el banano de cinco empresas ecuatorianas y en los claveles que llegan a ese país a través de la Unión Europea.

No lo dicen abiertamente, pero los exportadores locales creen que son represalias o amenazas del país tras la tensión diplomática entre ambas naciones, a raíz de la decisión ecuatoriana de entregar armamento ruso a Estados Unidos a cambio de nuevo equipamiento.

Y las declaraciones han irritado más. El presidente Daniel Noboa ha señalado que corresponde a “chatarra rusa”. Para ese país, la acción corresponde a una violación de los contratos porque no se puede traspasar el armamento de manera unilateral a otro país tras haberlo comprado.

En medio de la incomodidad rusa, llega la detección de las plagas en los productos ecuatorianos. Representantes del sector bananero han señalado que es la primera vez, en al menos 25 años, que aquello ocurre. Además, es fuera de lo común que Rusia pida suspender sus importaciones.

En ese contexto, la decisión ha sido tomada como una amenaza de represalias comerciales. Actualmente, la Cancillería ecuatoriana trabaja en destrabar el problema, pero hay el temor que el país pueda extender las retaliaciones a otros productos.

Rusia es el segundo destino de las exportaciones de banano ecuatoriano y la sanción a las cinco empresas pone en peligro al 25 % de las ventas a ese destino. En el caso de las flores, el impacto es menor. Ecuador le vende a Rusia apenas $ 15 mil al mes en ese rubro.

Agrocalidad ha señalado que la mosca jorobada, que dice Rusia haber detectado en cargamentos ecuatorianos, “no representa un riesgo”.

Mientras que la ministra de Producción, Comercio Exterior e Inversiones, Sonsoles García, aseguró que es imposible que las moscas lleguen con vida a Rusia porque un cargamento se demora en llegar 40 días a ese destino, período superior a la fase de vida del insecto.