Medio Ambiente
Tueri, libro que recopila historias sobre la recuperación de especies en Ecuador
La deforestación y el fuego abierto de los cazadores casi matan a D’yaira, que en lengua secoya equivale a “tigre valiente”.
La deforestación y el fuego abierto de los cazadores casi matan a D’yaira, que en lengua secoya equivale a “tigre valiente”. 18 perdigones quedaron alojados a lo largo de todo el cuerpo de esta hembra jaguar y uno de ellos en su columna. Un guardia la encontró tirada en una plantación de palma, en Sucumbíos. No podía caminar ni levantarse.
En un centro de rescate de la provincia de Cotopaxi, Rucu, un cóndor viejo, de 48 años, no podía comer. Alguien vio que sangraba por el pico. Necesitaba atención urgente.
D’yaira y Rucu son dos de los casos emblemáticos de una lista interminable de animales silvestres que debido a la tenencia, comercio y cacería ilegales –tipificados como delitos en la legislación nacional– terminaron heridos o en condiciones físicas extremas que pudieron superar gracias a la intervención del Hospital Veterinario de la Universidad San Francisco (USFQ), a través del Fondo Ayuda para la Fauna Silvestre-Tueri.
En el 2012, Tueri –que significa “proteger”– fue el nombre con el que la USFQ planteó un proyecto para atender a este tipo de animales, con el fin de curarlos y reubicarlos o liberarlos en sus zonas de origen.
En el 2017 esa iniciativa dio paso a la creación del Instituto de Medicina de la Conservación de Fauna Silvestre. Funciona en el Hospital Veterinario, frente al campus de la Universidad, en Cumbayá, en uno de los valles orientales de Quito.
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