El riesgo país se recupera por la esperanza de que la Corte Constitucional detenga el juicio político a Lasso.

Estos son los efectos para su bolsillo de un riesgo país alto.

El riesgo país se recupera por la esperanza de que la Corte Constitucional detenga el juicio político a Lasso / Foto: cortesía medios Públicos

Un respiro para el riesgo país de Ecuador. El indicador se ubicó en 1.585 puntos ayer, 9 de marzo. La cifra cayó en 274 unidades en los últimos días con la esperanza de que la Corte Constitucional detenga el juicio político en contra del presidente Guillermo Lasso.

El denominado riesgo país es un indicador elaborado por el banco estadounidense JPMorgan Chase. En términos generales, calcula las posibilidades de pago de su deuda. Mientras más alto es, más se teme que la nación pueda incumplir con sus obligaciones crediticias.

Los inversionistas temen que un gobierno de izquierda asuma luego de una posible salida de Lasso de la Presidencia de la República. El miedo se basa en que se nuevo régimen podría dejar de pagar a los inversionistas, como ha ocurrido en años pasados con Rafael Correa.

Sin embargo, los temores de un juicio político contra Lasso en la Asamblea se han contenido debido a la esperanza de que la Corte Constitucional (CC) no dé paso al proceso. El órgano deberá definir si el juicio político se apega a la Constitución y los inversionistas han conocido que esta instancia ha tomado decisiones de manera más técnica que política.

Si bien el riesgo país ha bajado, todavía se encuentra en un rango elevado. Si el Gobierno decidiera endeudarse en este momento, debería pagar tasas de interés cercanas al 16 o 17 %.

¿Qué efectos para su bolsillo tiene el riesgo país? Un riesgo país alto implica tasas de interés elevadas a la hora de pedir crédito, tanto para el Gobierno como para las empresas. Esta situación afecta al ciudadano porque los bancos, al pedir dinero en el exterior para prestar a sus clientes, deben pagar tasas de interés más elevadas y este mayor costo lo terminan trasladando a las personas.

En el peor de los casos, los bancos deciden restringir el crédito porque al pedir prestado dinero a tasas muy elevadas, sus tasas para prestar a sus clientes no pueden subir tanto por el sistema de “techos” en las tasas de interés que rige en el país, por lo que mejor deciden no dar préstamos.