En Sucumbíos y Carchi hay plantaciones de coca

La pandemia impactó profundamente los indicadores económicos y sociales de la población ecuatoriana

La pandemia impactó profundamente los indicadores económicos y sociales de la población ecuatoriana/ Foto: cortesía FF.AA

El ‘Informe de Caracterización del Crimen Organizado en Ecuador’ ha permitido diferenciar y caracterizar el comportamiento de las organizaciones criminales en cada rincón del país. Fue elaborado por el Observatorio ecuatoriano del Crimen Organizado (OECO).

Confirma que las provincias de Sucumbíos y Carchi ahora son tierra de cultivos ilícitos de hoja de coca y laboratorios de pasta base y refinamiento en los cantones fronterizos con Colombia.

El informe detalla: “Desde la pandemia, las organizaciones criminales están realizando emprendimientos de laboratorios de refinación de clorhidrato de cocaína en zona de frontera.”

Ha revelado una red de delincuencia interconectada, concluyendo que el narcotráfico se ha consolidado como la principal expresión del crimen organizado en Ecuador. Este fenómeno ha desencadenado una serie de delitos conexos, incluyendo el tráfico de hidrocarburos, la corrupción, el tráfico de armas y el lavado de activos.

Una de las conclusiones más alarmantes del informe es que la pandemia por Covid-19 impactó profundamente los indicadores económicos y sociales de la población ecuatoriana, acentuando el crecimiento de las organizaciones criminales en el país, intensificando la lucha territorial, lo que ha modificado drásticamente el mapa delictivo. Las disputas de poder por las plazas de microtráfico en las ciudades portuarias ecuatorianas han aumentado significativamente, llevando la violencia y la criminalidad a niveles preocupantes.

El estudio también destaca la importancia de los aspectos geopolíticos en el desarrollo del crimen organizado. La ubicación costera, la baja ocupación del suelo y la presencia limitada del Estado en las zonas fronterizas han creado un terreno fértil para actividades ilegales como el narcotráfico, el lavado de activos, la corrupción, el tráfico de armas y el tráfico de hidrocarburos.