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Estudiantes de Orellana y Sucumbíos no quieren perder más clases
Alrededor de 300 estudiantes de las universidades cerradas de Orellana y Sucumbíos, acogidos por el llamado Plan de Contingencia de la Universidad Nacional de Loja, están retrasados en sus estudios.
Alrededor de 300 estudiantes de las universidades cerradas de Orellana y Sucumbíos, acogidos por el llamado Plan de Contingencia de la Universidad Nacional de Loja, están retrasados en sus estudios.
Los docentes que les impartían clases decidieron suspender sus actividades por falta de pagos de sus salarios.
Ellos afirman que desde enero de este año no reciben sus sueldos acordados con la Universidad Nacional de Loja, en tanto que otros aún no han firmado sus contratos.
“Cuando las universidades fueron cerradas perdimos un año y ahora no queremos seguir perdiendo más tiempo”, dijo Carlos Chinche, estudiante de la carrera de Contabilidad y Auditoria. Él es uno de los que temen perder el semestre que está por iniciar, pues aún no terminan el que están cursando.
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