Ecuador en las Noticias
La propaganda por el 30S costó 1’559 640 dólares
Según un informe de Contraloría que se aprobó hace días, el gobierno de Correa gastó 1’559 640 dólares en ese despliegue mediático que fue contratado sin las bases legales ni los justificativos necesarios y violentando las instituciones que participaron.
Para que el levantamiento policial del 30 de septiembre del 2010 fuera políticamente rentable; es decir, para que el gobierno de Rafael Correa pudiera presentarse como víctima de un intento de golpe de Estado que nunca hubo, era necesario armar una agresiva estrategia de comunicación. Se trataba de un operativo en el que cuñas radiales, spots de televisión, libros, vallas publicitarias y mensajes en redes sociales, entre otros mecanismos mediáticos, trataba de vender la idea de que el gobierno había resistido heroicamente y junto al pueblo a un intento de golpe de Estado, que incluía la tentativa de asesinato de Rafael Correa.
Ante la magnitud de la necesidad del aparato de propaganda correísta, lo que ese plan pudiera costarle al fisco era, por supuesto, algo irrelevante. Tan irrelevante como los procedimientos legales para la contratación de las piezas para radio, televisión y demás. Según un informe de Contraloría que se aprobó hace días, el gobierno de Correa gastó 1’559 640 dólares en ese despliegue mediático que fue contratado sin las bases legales ni los justificativos necesarios y violentando las instituciones que participaron. Entre ellas, la Presidencia, la Secretaría de la Administración, el Ministerio de Cultura, la SENAIN y hasta la Fiscalía.
Los dineros públicos financiaron desde videos que se transmitieron en los canales de televisión hasta en cosas tan bizarras como el registro del nombre “30S” como marca exclusiva del gobierno y en el catering contratado para la presentación del libro “30S, la contrarrevolución”, con artículos de autores como Érika Silva, Rafael Quintero, Guillaume Long, James Petras, Atilio Borón, entre otros.
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