Pueblos Indígenas
La tagua, un tesoro natural de la Amazonía
Esta semilla también es conocida como ‘marfil del Amazonas’
La tagua es una semilla proveniente de la palmera Phitelephas Aequatorialis. Se encuentra en la Amazonía y los bosques subtropicales de América Latina.
Este pequeño tesoro natural es sostenible en su esencia. Se obtiene sin cortar ningún árbol, lo que lo convierte en un producto renovable y amigable con el medio ambiente.
La tagua, conocida también como nuez de tagua, mococha, corozo, marfil del Amazonas, yarina, “marfil vegetal”, chapi, cadi o cachu, tiene varios nombres comunes en diferentes regiones y culturas.
Los indígenas achuares la llaman chaapi o chapi. En cofán es shishihe o shishije. Los kichwas amazónicos la denominan cachu, mucucha, chinchayura, puma chincha, shipati, yarina o mococha. Para los secoyas es sewa. Los sionas la identifican como sehua y los shuar como chápi o chapi. Los waoranis la conocen como omakaba, omakabo, omakewe, tobeka, tobeta o wamowe.
La versatilidad de la palma de tagua es asombrosa. Sus frutos y semillas se utilizan como alimento cuando están tiernos, y cuando maduran, se convierten en la materia prima perfecta para la elaboración de artesanías.
La tagua es de color y sabor similar al mamey. En la Costa suelen preparar el dulce de tagua.
Además de su uso en la creación de joyería y artesanías, la tagua despliega su utilidad en la construcción de viviendas, donde las hojas se emplean para techos y los tallos como vigas o postes.
Incluso, los waoranis, hábiles en el conocimiento de las propiedades naturales, utilizan diferentes partes de la tagua para tratar dolencias estomacales y diarreas.
Sin embargo, la obtención de este recurso no es tarea fácil. Campesinos e indígenas deben adentrarse en los bosques húmedos tropicales para recolectar la tagua de manera sostenible, garantizando así la conservación de este invaluable tesoro natural.
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