Noboa confirma que Gabriela Sommerfeld será su canciller

Sommerfeld es conocida por haber sido la primera mujer en presidir una aerolínea en la región al haber estado al frente de Aerogal

Sommerfeld es conocida por haber sido la primera mujer en presidir una aerolínea en la región al haber estado al frente de Aerogal / Foto: cortesía Gabriela Sommerfeld

El presidente electo de Ecuador, Daniel Noboa, confirmó este martes a la empresaria Gabriela Sommerfeld como la próxima ministra de Relaciones Exteriores del país y que entre sus principales tareas estará lograr que la Unión Europea (UE) exonere a los ecuatorianos de visados para viajes de corta estancia.

Así lo aseveró en un comunicado de su equipo difundido en Quito, donde anunció que mantuvo una conversación con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, quien le ratificó su apoyo para que, en calidad de presidente del Consejo de la UE, se ponga en la agenda de las instituciones europeas esta demanda ecuatoriana.

Si bien Noboa ya había anticipado durante la campaña electoral que su canciller sería Sommerfeld, esta es la primera vez tras su triunfo electoral que se refiere a ella como la "futura canciller".

Sommerfeld es conocida por haber sido la primera mujer en presidir una aerolínea en la región al haber estado al frente de Aerogal, mientras que también fue directora ejecutiva de Equair, otra compañía aérea que suspendió operaciones hace escasas semanas.

Asimismo, ejerció de gerente general de Quito Turismo, la agencia metropolitana de promoción turística de la capital ecuatoriana.

También es actualmente la vicepresidenta del Pacto Global de Naciones Unidas Red Ecuador, integrante de diferentes juntas directivas de empresas turísticas y de comercio, a la vez que está involucrada en un proyecto de energías renovables en Chile, según datos de su biografía.

Noboa asumirá la Presidencia de Ecuador en principio en noviembre y tendrá un corto mandato de poco más de quince meses para atender las principales urgencias del país, como una crisis de inseguridad y violencia sin precedentes y un déficit creciente que puede limitar mucho el gasto público.