Perú apuesta al petrolero con la llegada de Chevron

Perú, pionero en la historia del petróleo mundial fue el segundo país del planeta en perforar un pozo comercial en 1863, en Zorritos, atraviesa un momento clave para su futuro energético. Tras décadas de caída sostenida en la producción, la reciente entrada de la multinacional Chevron para explorar tres lotes en la costa norte abre un nuevo capítulo de expectativas e inversión para el país.

El ingeniero petrolero peruano Jorge Miroslav Jara Salas, con más de 30 años de experiencia internacional, analiza este giro estratégico y destaca que el potencial del país podría transformar nuevamente su papel en la industria global.

En los años ochenta, Perú llegó a producir cerca de 200.000 barriles diarios, pero hoy apenas bordea los 40.000, muy lejos de los 250.000 a 300.000 que consume. La falta de inversión sostenida, una legislación desactualizada, la Ley de Hidrocarburos, vigente data de 1993 y la inestabilidad política frenaron la exploración y relegaron al país a una creciente dependencia de las importaciones.

Mientras naciones vecinas como Colombia o Brasil cuentan con reservas probadas mucho más amplias, Perú mantiene apenas 0,3 billones de barriles en esta categoría, pese a poseer cuencas con alto potencial aún subexplorado.

En este escenario, la llegada de Chevron a los lotes marinos Z-61, Z-62 y Z-63, ubicados frente a la costa de Piura, Tumbes y Lambayeque, se perfila como una oportunidad histórica. Estudios preliminares estiman que estas áreas podrían contener entre 3 y 4 billones de barriles. De confirmarse, el país podría recuperar niveles de producción superiores a los 200.000 barriles diarios en la próxima década, acercándose a la autosuficiencia.

“Chevron trae capital, tecnología y estándares internacionales que pueden elevar el nivel de toda la industria nacional”, asegura Jara Salas, quien considera esta alianza como un punto de inflexión para recuperar la histórica vocación petrolera del país.