Ecuador y PowerChina negocian el futuro de Coca Codo Sinclair

La central hidroeléctrica tiene cerca de 18.000 fisuras irreparables

La central hidroeléctrica tiene cerca de 18.000 fisuras irreparables/ Foto: cortesía Energía CELEC

El Gobierno ecuatoriano mantendrá en las próximas semanas reuniones con altos ejecutivos de la compañía Power Construction Corporation of China (PowerChina), cuya filial Sinohydro construyó la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair.

El objetivo de las reuniones es negociar respecto al futuro de la planta, que le costó al Estado ecuatoriano alrededor de $ 3.440 millones. Fue inaugurada en 2016 y hasta el momento no es recibida oficialmente por Ecuador debido a la existencia de miles de fisuras y otros problemas que ponen en riesgo a la principal hidroeléctrica del país.

Entre otros problemas, la planta tiene casi 18.000 fisuras irreparables y un excesivo desgaste de los rodetes de las turbinas 4 y 6. Mientras que el acero con el que se fabricaron los módulos de los distribuidores no es adecuado para centrales hidroeléctricas, según un informe presentado el año pasado por la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional.

La capacidad de diseño es de 1.500 MW, pero genera actualmente apenas 800 MW.

El ministro de Energía, Fernando Santos, dijo que, adicionalmente, la hidroeléctrica presenta más de 70 puntos de conflicto, de pequeña y mediana intensidad sobre los que se está conversando con Sinohydro.

Si las conversaciones avanzan y se inician conversaciones formales en torno a eso, se contrataría una banca de inversión para que acompañe en el proceso.

“Si bien es un tema complicado, me da la impresión de que PowerChina sigue interesada en hacerse cargo de la planta, pues, es conocido en todo el mundo el reclamo de Ecuador sobre la calidad del trabajo de Sinohydro y eso da mala imagen a la empresa que opera internacionalmente”, dijo Santos.

En 2021, la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) pidió un arbitraje internacional contra Sinohydro ante la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CII), por las fallas irreparables que ponen en riesgo la integridad de la hidroeléctrica.