Elecciones Anticipadas, ¿qué vamos a elegir?

La campaña está en marcha, la guerra de guerrillas comunicacional con encuestas de todo tipo es impresionante, y los resultados de estas bastante disonantes

La campaña está en marcha, la guerra de guerrillas comunicacional con encuestas de todo tipo es impresionante, y los resultados de estas bastante disonantes/ Foto: cortesía El Oriente

Desde la posesión misma de la Asamblea Nacional a mediados de 2021, se dejó una evidencia clara que las posibilidades de gobernabilidad no eran sencillas para el presidente entrante y que se debían tomar decisiones claras, concretas y además muy estratégicas. La vacunación, en coordinación con el sector privado, dejó un mensaje muy poderoso, que duró el periodo de esta, y cuando se esperaba el siguiente paso, este no llegó con la misma fuerza y claridad.

La Asamblea y otros grupos sociales mantuvieron su estrategia de desestabilización y búsqueda de sacar al presidente. Todo esto avanzo hasta el punto en que el mismo presidente tomó la decisión constitucional de aplicar, lo que todos conocemos como “Muerte Cruzada”, dando por terminado el periodo de la Asamblea Nacional y con un llamado a elecciones anticipadas, donde también se puso plazo terminal a su presidencia.

En el momento de la muerte cruzada, inició el proceso electoral, donde ya había candidatos que habían iniciado su proceso orientado al 2025, pero resultaba que debían acelerar todo o desistir, considerando que habría una elección intermedia en 2023, para un periodo de aproximadamente 18 meses.

Actualmente, la campaña está en marcha, la guerra de guerrillas comunicacional con encuestas de todo tipo es impresionante, y los resultados de estas bastante disonantes, con excepción del porcentaje de indecisión.

Ecuador se encuentra en un punto de descontento y hasta pesimismo generalizado a puerta de un proceso electoral, donde se podría estar escogiendo al candidato con más recursos para la elección del 2025.

Si bien, el gobierno que llegará al poder este año no deja de ser quien tomará decisiones que afectarán en positivo o negativo el futuro de la nación, y todo en medio de un fenómeno climático de gran impacto global.

Es necesario, que como ciudadanos nos empoderemos de nuestro futuro, y no esperar que sea el gobierno, el que sea, quien tome las decisiones por nosotros.