Las Cavernas de Anzú ofrecen una experiencia sobrecogedora en Pastaza

Los visitantes pueden adentrarse y descubrir estalactitas y estalagmitas

Los visitantes pueden adentrarse y descubrir estalactitas y estalagmitas/ Foto: cortesía

En la región noroccidental de Puyo, provincia de Pastaza, se encuentra un tesoro natural que ha cautivado a locales y aventureros por igual: las Cavernas de Anzú.

Este conjunto de cuevas, ubicado en el área de nacimiento del río Anzú, a tan solo 30 minutos de la cabecera cantonal, ofrece una experiencia sobrecogedora para aquellos que buscan sumergirse en la belleza oculta del subsuelo.

Bajo la guía experta de un acompañante, los visitantes pueden adentrarse en las cavernas y descubrir estalactitas, estalagmitas, estrechos pasadizos y amplias salas que albergan especies únicas de los ecosistemas subterráneos.

Una de las joyas de este lugar es la “Copa del Mundo”, una estalagmita con una sorprendente semejanza al famoso trofeo del Mundial de fútbol, con aproximadamente 1 metro de altura.

El acceso a las Cavernas del Anzú se realiza tomando el sendero de la Colonia 24 de Mayo, conduciendo a la caverna, situada a 500 metros del río Anzú. La entrada, una bóveda de dos a tres metros de altura por cuatro metros de ancho, se estrecha a medida que se avanza, creando una experiencia única de exploración. La temperatura constante de alrededor de 20 grados centígrados añade un toque agradable a la expedición.

A pesar de la imponencia de estas cavernas, la zona circundante ha experimentado la eliminación de su cubierta vegetal debido a la tala para actividades agrícolas y pastizales. No obstante, la ubicación en la falda de la montaña, donde nacen los ríos Anzú y Puyo, aún conserva pendientes con bosques secundarios y restos de bosques primarios, brindando un paisaje impresionante.

Así mismo, para los amantes de la naturaleza y la aventura, las “Tinajas del Anzú” ofrecen otro atractivo imperdible. A 30 minutos de la cabecera cantonal, este sitio requiere una caminata de aproximadamente una hora por un sendero ecológico, permitiendo a los visitantes apreciar la diversidad de flora y fauna del bosque lluvioso.

Aquí, formaciones rocosas junto al río Anzú crean jacuzzis naturales, proporcionando un lugar perfecto para un merecido descanso y relajación en las cristalinas aguas de este paraíso natural