Las guaguas de pan son el acompañante perfecto de la colada morada

En sus inicios, estas figuras de pan eran simples muñecas de luto

En sus inicios, estas figuras de pan eran simples muñecas de luto/ Foto: cortesía

En las festividades de Finados y Semana Santa en Ecuador, las guaguas de pan se destacan como el acompañante perfecto para la bebida estrella de estas épocas que es la colada morada. Son siglos de tradición y significado cultural.

La palabra “guagua”, que significa niño en quichua, da forma y nombre a este pan peculiar.

Originariamente, las guaguas de pan no eran las delicias dulces y bellamente adornadas que conocemos hoy en día. En sus inicios, estas figuras de pan, también llamadas pan de muerto o pan de finados, eran simples muñecas de luto hechas con ingredientes básicos como grasa de cerdo, mantequilla y huevos. Decoradas con hollín del horno de leña, acompañaban a la colada morada en las celebraciones.

Sin embargo, a medida que el tiempo avanzaba y la influencia comercial se hacía más fuerte, las guaguas de pan evolucionaron. Y para la década de 1980, se les añadió azúcar y color, transformándolas en las vistosas y deliciosas creaciones de la actualidad.

Julio Pazos, autor del libro ‘El sabor de la memoria’, ha investigado a fondo esta tradición y ha descubierto que la guagua de pan como la conocemos hoy en día se originó en el siglo XIX en Ecuador. Se extendió por toda la Sierra e incluso a la parte sur de Colombia.

Las comunidades nativas de Calderón afirman que esta tradición tiene raíces en la época indígena, donde las figuras de pan fueron utilizadas para camuflar rituales prohibidos por los españoles.

En las décadas pasadas, las vísperas de Finados solían ser el escenario de una competencia amistosa entre las familias adineradas para ver quién preparaba la mejor colada morada y guagua de pan. Una vez listas, estas delicias se compartían generosamente entre familias y vecinos, fortaleciendo los lazos comunitarios.

Aunque la comercialización ha intentado desplazar estas tradiciones, la guagua de pan sigue siendo la protagonista de la celebración, recordándonos a todos la importancia de mantener vivas nuestras raíces culturales y celebrar la vida y la memoria de nuestros seres queridos en comunidad.