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Noboa apuesta por el gas natural y busca reducir el uso del diésel
El Ministerio de Energía y Minas declaró como “prioridad nacional” la operación del Campo Amistad
Quito- El Gobierno de Daniel Noboa busca asegurar el suministro eléctrico de cara al próximo estiaje -que irá de septiembre de 2025 a marzo de 2026- mediante una mayor dependencia del gas natural y un menor uso del diésel, un combustible más caro.
En esa línea, el Ministerio de Energía y Minas declaró como “prioridad nacional” la operación del Campo Amistad (Bloque 6), frente a las costas de El Oro, con el fin de incrementar la producción de gas natural que abastece a la termoeléctrica Termogas Machala, la más grande del país.
El objetivo es claro: reducir la generación con diésel, que tiene un alto costo fiscal, y potenciar el uso del gas, una fuente más eficiente y económica. Actualmente, la central opera muy por debajo de su capacidad (248 MW), entregando apenas unos 80 megavatios al sistema nacional, principalmente por falta de gas.
La central necesita 60 millones de pies cúbicos diarios para operar a plena carga, pero recibe apenas 14 millones desde Campo Amistad. Por ello, Petroecuador ejecuta intervenciones en los pozos Amistad 9 y 5, mientras que la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) coordina acciones para la importación de gas y adecuaciones en la planta.
La estrategia está respaldada por el Acuerdo Ministerial MEM-MEM-2025-0011-AM. En paralelo, el régimen anunció el retiro del subsidio al diésel para las grandes empresas atuneras del país. La medida no afectará a la pesca artesanal y busca redirigir recursos hacia programas sociales.
Según la nueva portavoz del Ejecutivo, Carolina Jaramillo, el sector atunero exportó $ 1.641 millones en 2024, un 21 % más que el promedio de la última década, por lo que estaría en capacidad de pagar la tarifa real del combustible.
Las empresas atuneras recibían un subsidio de $ 0,40 por galón en diésel regular y $ 0,72 en diésel premium. Solo en 2024, esta subvención le costó al Estado $ 42 millones, y entre 2022 y 2024 sumó $ 211 millones. Jaramillo detalló que 29 grandes empresas del sector captan el 60 % del beneficio.
Para apoyar la transición, el Gobierno habilitará una línea de crédito de hasta $ 42 millones, gestionada a través del Banco del Pacífico y respaldada por la CFN, para renovar la flota atunera con motores más eficientes, con una tasa preferencial del 6 %.
La apuesta por el gas natural y el ajuste en subsidios confirman un giro energético del gobierno hacia fuentes más sostenibles y un uso más eficiente de los recursos fiscales.
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